Hace unos meses me empecé a percatar de lo mal que estaba en cuanto a mi audición. No era como si antes no lo supiera, pero en un momento en particular tuve un click y me dije "wow, esto de verdad me está afectando". Desde los 5 años convivo con este problema, por lo que básicamente mi vida se basó en adaptarse a las circunstancias y buscar lo mejor para mí. Nunca lo había visto como un problema muy serio ya que no suponía ninguna complicación para mi desarrollo y desempeño en la vida.Y me acostumbré a vivir así, este es mi estilo de vida. Llegué a tal grado de comodidad que dejé de darme cuenta lo mucho que me estaba retrasando y perjudicando. Fue justo hace un par de meses que me dijeron que era el momento de implantarme antes de que empeore. La mayoría de las veces me mostraba reacia a la idea de una operación, "si total no lo necesito", pensaba, y la mayor parte del tiempo evadía el tema. Era como que si no lo decía en voz alta el problema no existía. Pero lamentablemente empecé a darme cuenta de lo equivocada que estaba, que inevitablemente estaba empeorando, y que sí o sí me tenía que implantar. Entonces comenzó todo el proceso de preparación psicológica, porque claramente estaba asustada hasta la médula. Al principio no podía identificar cómo me sentía con respecto al implante. Definitivamente no era algo positivo: cada vez que hablaba de mi audición lloraba, pero sin saber la razón, la causa de esas lágrimas. Entonces empecé a ir a la psicóloga, y eventualmente dejé de llorar. Pero me sigue dando miedo, sigo muy asustada, y no puedo encontrar consuelo en nada, excepto en lo que escribo y dibujo. Es mi única manera de expresarme y de liberar mis sentimientos y pensamientos que nadie más puede comprender (o eso es lo que creo) ni expresar con palabras excepto yo misma.
Me acuerdo que fue mientras me hacían una de las audiometrías más recientes que me percaté de mi realidad. Pero no fue porque obtuve resultados mediocres, sino por una frase en particular, que luego se convirtió en mi lema: Viva la Vida. Había visto un dibujo que tenía esa frase y al toque se me pegó. Mientras me hacían la audiometría me puse a dibujar, para distraerme un poco y mantenerme tranquila, y esa frase me vino a la mente. Fue cuando iba por la mitad del dibujo que me puse a pensar en su significado. Me dije: "Me estoy conformando con poco. ¿Por qué rechazar la oportunidad de escuchar bien y de vivir la vida como se debe? ¿Por qué no aprovechar la oportunidad? ¿Acaso no me estoy perdiendo millones de cosas sólo por no escuchar?". Ahí me dí cuenta de la poca independencia que tenía, que este problema me perseguía, y que siempre servía como excusa para mantenerme aislada. No voy a mentir, le saqué el jugo a esta desventaja, y como ya dije previamente, me acostumbré, construí mi vida alrededor de esto. Esta es mi realidad. Y cambiarlo de repente supone mucha incertidumbre. No sé qué va a pasar, no sé si va a ser mejor o peor, no sé si me va a gustar lo que escuche o no. Son demasiadas preguntas que nadie puede responder porque cada persona es un caso particular. Y mientras tanto tengo a toda esta gente que me dice "me cambió la vida", "estoy re feliz", o familiares y amigos que me re apoyan y que no pueden creer que no quiera hacerme el implante ya. Porque no saben lo que se siente, sería como empezar todo de nuevo, desde cero, y por más que tenga la capacidad de hacerlo, ME DA MIEDO y me angustia tanto suspenso.
Abrí este blog con el propósito de escribir para ayudarme a mí misma, y hasta quizás algún día le sirva a otra persona. Pero por ahora sólo necesito escribir, descargarme, buscar un cambio de perspectiva para poder alegrarme y ver el lado positivo, luchar contra mi miedo. (Y demás está decir que voy a poner cosas que no tienen que ver con nada, porque sí, para suavizar la cosa y que no sea tan dramático jajaj). No sé a dónde me va a llevar este blog, pero ciertamente sé que me va a ayudar.
No sabía nada de esto, Millie. Vos y yo tendremos una charla muy interesante pronto :O Te quiero mucho n_n
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